La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó hoy el pedido de apelación del gobierno argentino en el caso de los denominados fondos buitres. Con esto se abre la posibilidad de que el país vecino caiga en un nuevo default técnico.
La Presidenta Cristina Fernández, quien advirtió ayer del “riesgo internacional” ante un fallo adverso, se dirigirá a la población en cadena nacional a las 21:00 horas de Argentina.
El fallo que el Gobierno kirchnerista pidió revisar, se trata del dictado en agosto de 2013 por la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York, y que obliga al Estado argentino a pagar a los fondos litigantes US$ 1.300 millones, más intereses.
Argentina alega que este pago constituye un trato injusto para los acreedores que en 2005 y 2010, después del cese de pagos de 2001, aceptaron la reestructuración de la deuda argentina, con descuentos de capital e intereses, con una adhesión del 93%.
Como explica la BBC en su sitio web, si bien Argentina tiene fondos para pagar los US$1.500 millones, darle a los demandantes el 100% del valor de sus bonos abriría las puertas a nuevas demandas, que podrían totalizar lo que Argentina considera “impagable”: unos US$ 20 mil millones, más de dos tercios de las reservas del Banco Central de la República Argentina.
La opción que queda ahora es que Argentina pida una“reconsideración” (rehearing) del caso, teniendo en cuenta que en su mayoría son denegados.
Pero no sólo fue eso. La Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos también falló en contra en la solicitud argentina de que se rechace el denominado “Discovery Case”, que permitirá embargar activos del país en el exterior.
Ahora los fondos buitre pedirán información a los bancos comerciales para rastrear cuentas del país en el exterior. Vuelven así las presiones sobre los activos YPF, la empresa estatal de energía Enarsa, bancos internacionales y hasta el Banco Central (BCRA).