Las tropas rusas en Crimea asaltaron hoy el buque de desembarco “Kosntantín Olshanski”, uno de los últimos navíos ucranianos que aún no se han rendido a la Flota rusa del mar Negro.
“Han venido a por nosotros”, aseguró Dmitri Kovalenko, capitán del navío, según informa el diario digital “Ukraínskaya Pravda”, que estimó en 200 los asaltantes frente a una tripulación de 21 marinos.
En tanto, esta mañana el presidente de Ucrania, Alexandr Turchínov, ordenó el repliegue de todas las Fuerzas Armadas de Ucrania emplazadas en la península de Crimea.
“El Consejo Nacional de Seguridad y Defensa ha ordenado al Ministerio de Defensa el repliegue de la unidades militares emplazadas en la República Autónoma de Crimea”, comunicó Turchínov a los grupos parlamentarios de la Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania.
La cúpula ucraniana también ordenó “garantizar el alojamiento de las familias de militares que hoy se ven obligados a dejar sus viviendas bajo presión”, declaró el presidente de Ucrania.
La decisión llega después de haber perdido este fin de semana prácticamente toda la flota ucraniana en Crimea, el aeropuerto de Belbek y varias unidades militares que aún guardaban lealtad a Kiev.