Los sistemas del avión de Malaysia Airlines desaparecido hace una semana con 239 personas a bordo fueron probablemente desactivados, lo que correspondería a un “acto deliberado de alguien dentro del avión”. Así lo afirmó el primer ministro de Malasia, Najib Razak, quien aseguró que la investigación entró ahora en “una nueva fase”, enfocada en la tripulación y los pasajeros a bordo del avión.
Aunque aseguró que aún no se puede determinar si el avión fue secuestrado, como han dicho varios medios, sí definió la desaparición del avión como una “situación sin precedentes”. Razak señaló además que las operaciones de búsqueda en el Mar de China Meridional concluyeron y afirmó que los datos satelitales con que se trabaja sitúan al aparato en dos posibles lugares: hacia Turkmenistán y Kazajistán o hacia el sur de Indonesia y el Oceáno Índico.
Según Razak, la evidencia indica que el avión cambio de rumbo y pudo haber continuado volando durante siete horas. Los radares militares muestran que el vuelo regresó hacia Malasia y voló sobre el país antes de dirigirse hacia el noroeste. Basados en esos datos, los investigadores determinaron que la última comunicación del avión con un satélite fue en una de dos posibles rutas.
Investigaciones
Los investigadores examinan todas las causas posibles del drástico desvío del avión, sin descartar la tesis del secuestro.
Este sábado, policías allanaron el complejo residencial de Kuala Lumpur donde vivía uno de los pilotos del avión desaparecido, según un guardia y varios reporteros locales a los que se impidió el ingreso en el lugar. Las autoridades afirman que investigan a los pilotos como parte de su pesquisa, pero no han precisado sus avances.
El 11 de marzo, la Policía de Malasia descubrió que dos de los pasajeros eran iraníes volaban con pasaportes robados, uno de origen italiano y el otro austríaco. Sus pasajes habían sido comprados por otro iraní 48 horas antes del vuelo.