Celestino Córdova, el único acusado como autor del incendio donde murió el matrimonio Luchsinger-Mackay, rompió el silencio que ha conservado hasta ahora sentado en la banquilla del Tribunal Oral en lo Penal de Temuco.
A través de una carta pública, el machi que durante el juicio no ha hecho uso de su derecho a hablar, acusa “discriminación” y “vulneración de su parte espiritual”.
“Me dirijo a mi pueblo mapuche, a todos los pueblos originarios en el mundo y a toda la sociedad no mapuche, reflexiva y comprensiva, nacional e internacional que simpatizan por nuestra lucha”, comienza la carta.
“Desde que se ha dado inicio al juicio oral en mi contra, se han vulnerado y discriminado profundamente la parte espiritual, moral, cultural y la libertad de expresión de nuestro pueblo mapuche. Por lo que hoy es una gran responsabilidad la del Estado chileno ante los ojos del mundo, por su actitud ofensiva y represiva a través de sus instituciones que históricamente ha ido generando la alteración espiritual, individual y colectiva.”, señala Córdova.
“Hago un gran llamado a seguir ejerciendo nuestro legítimo derecho a la libertad, a reivindicar la pertenencia de nuestros antepasados para la reconstrucción de la nación mapuche”, además llama a “estar atentos a la pronunciación del poder judicial del Estado chileno, que me ha llevado a juicio sin tener prueba alguna, por lo que la cárcel pasa a ser sólo es una amenaza frente a las nuevas generaciones y un gesto de nulo interés y voluntad política, de los actores del Estado chileno para la convivencia armónica”.