Este domingo la presidenta electa, Michelle Bachelet, hizo un alto en las vacaciones de dos semanas que inició el sábado en el balneario de Caburgua, para respaldar a las autoridades que nombró para su nuevo gobierno.
La ex presidenta apoyó especialmente a la futura subsecretaria de Educación, Claudia Peirano (DC), y al designado intendente de Atacama, Miguel Vargas (PS), ya que ambos nombramientos han sido cuestionados.
La primera porque, además de firmar una carta contra la educación gratuita universal, prestó servicios a colegios subvencionados ligados a su ex marido, el empresario DC, Walter Oliva. Y el segundo por haber asumido como director regional del Sernac durante el actual gobierno, tras ganar un concurso público.
“Hemos chequeado a todas las personas que hemos nombrado, justamente para asegurar que sean idóneas y que sean personas probas”, dijo ayer Bachelet.
“Claudia Peirano es una profesional de excelencia, reconocida nacional e internacionalmente”, señaló sobre la futura Subsecretaria de Educación. “(Ella) comparte plenamente lo que son los principios de la reforma, el fin al lucro, la gratuidad, fin a la segregación, la calidad, etc.”, añadió.
Sobre Miguel Vargas dijo que tanto él como el director del Servicio de Salud de Magallanes, Jorge Flies -nombrado en su gobierno y que se mantuvo en el cargo con Piñera-, están comprometidos con su programa y defendió el derecho de sus colaboradores a trabajar en el ámbito público o privado.
“Tenemos algunos casos de personas que efectivamente habían estado en cargos por Alta Dirección Pública (…) nosotros, en los gobiernos del Presidente Lagos y en el mío, dijimos que queremos que las personas de mejor calidad, a través del mérito, ganen los cargos”, expresó