El conflicto con el gobierno panameño por el reclamo de un pago por sobrecostos llegó a “un punto crítico”, declaró el consorcio internacional encargado de la ampliación del Canal de Panamá. Pese a eso, siguen abiertos al diálogo, según afirmó el coordinador de la directiva del consorcio, el italiano Paolo Moder.
GUPC, encabezado por la compañía española Sacyr Vallehermoso en asociación con la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña Cusa, exige a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) que le reconozca 1.600 millones de dólares de sobrecosto para terminar la construcción del tercer juego de esclusas de la ampliación del Canal de Panamá. De lo contrario amenaza con la suspensión de las obras el próximo 20 de enero.
La demanda, según detalló Paolo Moder, surgió de un erróneo estudio geológico que repercutió en los costos de la construcción. Aclaró también que si finalmente se rompe el contrato acudiran a todas las instancias judiciales para hacer valer sus derechos. “Después de los 21 días, si no hay acuerdo, definitivamente se suspenden las obras, no es que se termina la obra”, enfatizó, aunque matizó señalando que GUPC quiere terminar la obra en el plazo anunciado de junio de 2015.
El gerente del GUPC José Peláez precisó que los problemas geológicos fueron detectados a lo largo de al menos 2,5 kilómetros de extensión en la zona del océano Pacífico y aseguró que la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) no las localizó antes de convocar la licitación para la ampliación del enclave. Aseguró que esa condición geológica, “no prevista por el GUPC y la ACP, alteró las condiciones técnicas originales bajo las cuales el GUPC licitó y es por ello que el sobrecosto debe ser asumido por la entidad licitante”.