Chile es el segundo país más transparente de Latinoamérica según Índice de Percepción de la Corrupción (CPI)
La ONG alemana, Transparencia Internacional, sitúa a Chile como el segundo país más transparente de América Latina después de Uruguay, con 71 puntos sobre 100, frente a los 73 del país de la costa atlántica. En tanto, Venezuela y Paraguay siguen siendo percibidos como los países más corruptos del continente. La edición de 2013 del Índice de Percepción… View Article
La ONG alemana, Transparencia Internacional, sitúa a Chile como el segundo país más transparente de América Latina después de Uruguay, con 71 puntos sobre 100, frente a los 73 del país de la costa atlántica.
En tanto, Venezuela y Paraguay siguen siendo percibidos como los países más corruptos del continente.
La edición de 2013 del Índice de Percepción de la Corrupción (CPI) de TI ofrece un ranking regional en el que, pese a la estabilidad de los resultados, destacan las caídas generales en América Central.
“Lo que salta más a la vista son las caídas de Centroamérica como bloque. Una explicación es que los grupos del crimen organizado necesitan la corrupción para traficar con drogas, armas y personas”, aseguró el director para las Américas de TI, Alejandro Salas.
En una escala del 0 (sumamente corrupto) al 100 (muy transparente), la tabla de transparencia está encabezada por Uruguay, con (73), Chile (71), Puerto Rico (62) y Costa Rica (53), seguidos por Cuba (46), Brasil (42) y Salvador (38).
Al otro extremo, percibidos como los más corruptos de la región, se sitúan Venezuela (20 puntos), Paraguay (24), Honduras (26), Nicaragua (28) y Guatemala (29).
A nivel internacional, Somalia, Corea del Norte y Afganistán, con tan sólo ocho puntos, son los países percibidos como más corruptos del mundo según TI, y Dinamarca y Nueva Zelanda son los más transparentes al sumar 91 enteros.
La corrupción en el sector público sigue siendo “uno de los mayores desafíos a nivel mundial”, según esta ONG, que considera que las áreas más problemáticas son “los partidos políticos, la policía y los sistemas judiciales”.