A dos meses de haber salido reelecta arrasando con los votos aunque sin mayoría en el Parlamento, la canciller conservadora logró un acuerdo con la centro izquierda en un programa con fuerte contenido social.
Según informan este miércoles los medios alemanes, Ángela Merkel (Unión Cristianodemócrata) alcanzó un acuerdo con el Partido Socialdemócrata y la Unión Socialcristiana para gobernar los próximos cuatro años en una “gran coalición”, que incluye compromisos valorados en más de 20.000 millones de euros y rechaza subir los impuestos para financiarlos.
El acuerdo debe ser ratificado por un grupo ampliado de 75 negociadores de los tres partidos y también deberá superar una consulta a la militancia socialdemócrata, ya que el principal partido de la oposición se comprometió a someter a sus más de 470.000 afiliados un eventual pacto de coalición.
Si pasa esa prueba –el resultado de la consulta se espera para el 14 de diciembre-, Merkel podrá ser investida por el Bundestag tres días después con el voto de 504 de los 631 diputados de la Cámara baja, lo que daría comienzo a su tercer mandato de cuatro años.
Entre las claves del pacto destacan que el salario mínimo interprofesional de 8,5 euros la hora que exigía el SPD se aprobará por ley en 2015; el compromiso de mantener el curso de consolidación presupuestaria, sin recurrir a subidas de impuestos; mejora de las pensiones para las madres de hijos nacidos antes de 1992 y flexibilización de la jubilación a los 67 años para que los trabajadores con 45 años cotizados puedan jubilarse a los 63, implantación en 2017 de una “pensión mínima de solidaridad” de 850 euros mensuales; y que los hijos de inmigrantes nacidos en Alemania podrán mantener tanto la nacionalidad alemana como la de sus padres.