Este año el presidente de Estados Unidos, Barack Obama intentó de distintas maneras lograr la tramitación en el Congreso de una reforma migratoria. Pero debido a la resistencia del Partido Republicano, este miércoles el mandatario estadounidense se mostró abierto a que este proyecto de ley sea aprobado de forma fragmentada y no como un solo paquete.
El mandatario hizo hincapié en que cualquier iniciativa deberá incluir una solución para los más de 11 millones de indocumentados.
“Si quieren dividir el paquete en cinco partes, siempre y cuando las cinco piezas sean aprobadas, no me importa cómo se hace, siempre y cuando cumplan los valores centrales reclamados”, sostuvo Obama en un encuentro con empresarios en Washington organizado por el diario The Wall Street Journal.
De no aprobarse este año, implicaría el fracaso de de la única iniciativa de ley que Obama tenía confianza de lograr en su segundo mandato y que constituye una promesa renovada ante el electorado latino que respaldó de forma decisiva su victoria electoral en 2012.
Esto se debe a que los expertos coinciden en que es casi imposible mover un proyecto tan controvertido entre los más conservadores en un año como el próximo, cuando se celebrarán elecciones parlamentarias.