Este lunes se dieron a conocer las primeras acusaciones de vandalismo contra los tripulantes del rompehielos “Arctic Sunrise” de Greenpeace, detenidos hace más de un mes por protestar contra la explotación del Ártico ruso.
Hasta el momento, el tribunal del puerto ruso de Múrmansk acusó formalmente de vandalismo a cuatro de los 30 tripulantes del buque apresado el 19 de septiembre en el mar de Bárents, aseguró a Efe Yulia Pronina, portavoz de Greenpeace.
La semana pasada, el Comité de Instrucción de Rusia (CIR) rebajó de “piratería” a “gamberrismo” (vandalismo) los cargos contra los 28 activistas de Greenpeace, un cámara y un fotógrafo independientes.
Greenpeace aseguró que recurriría la nueva acusación, aduciendo que “es tan absurda como la de piratería, ya que los activistas no cometieron ningún acto que violara gravemente el orden público”.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, aseguró hoy que los tripulantes del “Arctic Sunrise” deben ser juzgados según la legislación internacional, en particular la Convención sobre el Derecho del Mar, y la ley rusa.