La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, fue la encargada de abrir con su discurso la 68° Asamblea General de la ONU, oportunidad que aprovechó para condenar el espionaje de Estados Unidos. La mandataria señaló que el país del norte “quebró el derecho internacional” con sus acciones secretas.
Frente a la presencia de 130 líderes mundiales en Nueva York, Rouseff habló tras las palabras iniciales del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Luego fue el turno de Barack Obama. Tal como se esperaba, el presidente estadounidense se refirió principalmente a la situación en Siria, condenando el uso de armas químicas en el siglo XX y asegurando que su gobierno ha priorizado dar una solución diplomática al conflicto.
“La ONU debe verificar que Siria se está deshaciendo de sus armas químicas”, dijo Obama. Y agregó que de descubrirse el uso de este armamento “Vamos a eliminar las redes terroristas. Tomaremos acciones concretas”
Otros mandatarios que actuarán como oradores en la ceremonia de apertura serán el presidente de Irán, Hasan Rohani, el jefe de Estado francés, Francois Hollande, el colombiano Juan Manuel Santos, la argentina Cristina Kirchner y el uruguayo José Mujica.