Tras ser reelegida este domingo como canciller alemana con un arrollador 41,5% de los votos pero sin alcanzar la mayoría absoluta, Angela Merkel va en busca de asociarse con los tres principales partidos de izquierda para formar una gran coalición que le permita gobernar con el apoyo del Parlamento. Mientras, ya se registran las primeras dimisiones en los partidos perdedores de las elecciones.
“Tenemos un mandato claro para gobernar y lo asumiremos”, dijo Merkel en la rueda de prensa en la que analizó los resultados electorales cosechados el domingo.
A primera hora de la mañana, la canciller llamó por teléfono al líder del Partido Socialdemócrata (SPD), Sigmar Gabriel, y, al no poder localizarlo, lo intentó dos horas después. Sin embargo, deberá esperar hasta el viernes para obtener una respuesta definitiva, día en que el principal partido de la oposición celebrará una convención.
Su segunda opción sería crear una alianza con Los Verdes, quienes hoy se mostraron dispuestos a aceptar una invitación de la ganadora de los comicios para analizar tal posibilidad, aunque ven la opción como “improbable” por las señales que les llegan de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel.
Horst Seehofer, presidente del partido aliado de la CDU en Baviera, la Unión Socialcristiana (CSU), se manifestó claramente a favor de una gran coalición (con los socialdemócratas) y dijo que en su partido no hay “ninguna disposición” a dialogar con Los Verdes.