Estados Unidos y Rusia alcanzaron esta mañana un acuerdo para resolver la crisis de las armas químicas sirias, después de tres días de ásperas discusiones diplomáticas en Ginebra (Suiza).
Según explicaron el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y su homólogo ruso, Sergei Lavrov, el Gobierno de Damasco tiene a partir de hoy una semana para presentar la lista completa de su arsenal tóxico, que debería ser puesto paulatinamente bajo control de las Naciones Unidas y luego retirado de la circulación a mediados de 2014.
De acuerdo con el plan, los inspectores internacionales volverán a Siria en noviembre y tendrán “derecho inmediato y sin limitaciones de registrar las instalaciones que consideren”. “Y no habrá espacio para las maniobras o cualquier otra cosa que no sea una completa aplicación del tratado por el régimen de Bashar Asad”, advirtió Kerry.
Las dos potencias han previsto igualmente la adopción de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el uso de la fuerza en Siria, basada en el artículo 7 de la Carta de las Naciones Unidas.
El ministro sirio de Reconciliación, Ali Haidar, ha respondido que los inspectores internacionales podrán acceder “fácilmente” a las instalaciones. “Creo que los inspectores internacionales podrán hacer su trabajo, porque todas las instalaciones del Gobierno no son solo seguras, sino también accesibles”, ha dicho Haidar. “Siria necesitaba de un alivio de la presión internacional. Queremos proteger a nuestro pueblo y no ser arrastrados hacia un conflicto impredecible con EEUU”, apuntó