Tras reunirse con el Presidente de los EEUU Barack Obama, el senador republicano, que perdió la elección del 2008, dijo ser favorable a la intervención, pero critica que ésta será demasiado limitada.
Este lunes, Obama ecibió en la Casa Blanca a McCain y a Lindsey Graham, otro crítico si el ataque a Siria se trata de sólo un par de días de misiles contra pocos objetivos militares. Después de la reunión con Obama, McCain se mostró más abierto a apoyar la resolución.
Según él, un voto negativo sería “catastrófico” para la “credibilidad” del país. El senador podría dejarse convencer si la Administración también respalda más a los opositores a Asad. “Todavía tenemos reparos significativos, pero creemos que se está preparando una estrategia para apoyar a la oposición”, dijo.
El apoyo de McCain podría arrastrar a algunos colegas de su partido, que ya han expresado muchos reparos desde que Obama reculó este sábado y llevo el ataque al Congreso. «Creo que esto va a ser muy difícil de vender», dijo Tom Cole, congresista republicano de Oklahoma y uno de los pocos centristas.