El gobierno sirio, acusado por Estados Unidos y sus aliados de haber bombardeado con armas químicas a una zona rebelde, dejando a unas 1.300 personas fallecidas, juró este martes defenderse de un eventual ataque occidental.
“Arremeter contra Siria no es un asunto fácil. Disponemos de medios defensivos que sorprenderán a los demás”, declaró el ministro de Relaciones Exteriores, Walid Mualem, según la agencia AFP. “Tenemos dos opciones: rendirnos o defendernos con los medios que tenemos. La segunda alternativa es la mejor: nos defenderemos”, añadió.
Además, el Gobierno asegura que cuenta con el apoyo de Rusia. “Puedo aseguraros que Rusia no ha abandonado a Siria. Nuestras relaciones continuarán en todos los ámbitos y agradecemos a Rusia su apoyo”, afirmó. La opción militar de los occidentales preocupa a Rusia que, por segundo día consecutivo, pidió “prudencia” y advirtió sobre las consecuencias “catastróficas” para la región.
Según el gobierno sirio, los expertos de la ONU que investigan un supuesto ataque con armas químicas suspendieron sus tareas hasta el miércoles debido a la falta de garantías por parte de los rebeldes.
El martes, el gobierno británico anunció que estaba preparando planes para un eventual ataque militar contra Siria y convocó al parlamento para debatir sobre el asunto. Según la prensa estadounidense del martes, el presidente Barack Obama también estudia la posibilidad de un ataque breve y limitado contra Siria.
