Los involucrados en el caso Ledjerman salieron a dar declaraciones tras el reflote del caso de un menor de dos años que fue entregado a un convento de monjas en 1973, luego que una patrulla militar matara a sus padres.
Ernesto Lejderman se refirió a la muerte de sus padres en 1973 aclarando que “mi espíritu no es de venganza. Sólo pido que los militares responsables tengan un juicio justo”.
Además agregó en Radio Cooperativa que “yo creo que hay una complicidad de parte de él. (…) Cheyre cumplió la orden de llevarme al convento y la patrulla militar cumplió la orden de matar a mis padres”.
Declaración que se contrapone a los dichos del mismo abogado de Lejderman, Héctor Salazar, quien dijo que “se investigó todo el caso, no hay ningún antecedente nuevo y no se estableció ninguna responsabilidad penal (de Cheyre)”.
Por su parte, el presidente del Consejo Directivo del Servicio Electoral, Juan Emilio Cheyre, reconoció su participación en la entrega de Ernesto Lejderman a un convento en La Serena en 1973 pero señaló que “no se me imputó nunca nada” por este caso.
El ex comandante en jefe del Ejército respondió las dudas en entrevista con El Mercurio asegurando que “no se me imputó nunca nada, porque mi única acción fue ejecutar la orden de entregar al niño al convento, sólo conociendo la versión oficial que se nos dio durante más de una década”.