Los cuatro años consecutivos de sequía junto a las repetidas alzas del petróleo, determinaron que los costos marginales de la energía, alcanzaran su nivel más alto en la historia para un mes de julio.
La falta de lluvias no ha permitido que los precios bajen en esta época, como sucede en años normales donde hay más precipitaciones, provocando que los embalses Rapel, Colbún y Pehuenche estén cerca de agotarse.
Según datos del Cdec-Sic -organismo que coordina la operación de las eléctricas- en julio, los costos marginales muestran un promedio de US$ 230,5/MWh. La cifra supera en 69% el promedio de julio de 2012 (136,2/ MWh), y es 258% mayor a la anotada en julio de 1998 (última sequía grande que hubo en el país).
Aquí, también influye que diversas centrales térmicas estuvieron sin operar en algunos días del mes. Entre ellas, Nehuenco, Nueva Renca y Bocamina.