“La intolerancia de los fanáticos y su violenta irracionalidad, ha sido una grave ofensa a Dios y a todos los creyentes en la Iglesia de Cristo”, fueron las palabras del Arzobispo de Santiago en una conferencia de prensa cerca de las 13:00 horas, en que la Iglesia dio su primera respuesta oficial a los desmanes efectuados ayer al interior de la Catedral por parte de manifestantes marginales que se unieron a la marcha “Yo aborto el 25 de julio”.
En señal de desaprobación, Ricardo Ezzati además anunció que el templo metropolitano se mantendrá cerrado hasta el 31 de julio. “Como un acto de reparación y para tomar conciencia de lo ocurrido, el templo catedral permanecerá cerrado desde esta noche hasta el miércoles 31 de julio. Ese día, a las 12:30 horas, tendrá lugar una celebración”, aseguró.
“Padre perdónalos porque no saben lo que hacen”, dijo Ezzati usando las palabras de Jesús.
Minutos después, el presidente Sebastián Piñera declaró que los manifestantes “son contradictorios con sus propios planteamientos” y aseguró que la Intendencia de Santiago presentará querellas en su contra.
“El Gobierno va a seguir a estos delincuentes porque de esta manera protegemos el derecho de todos los chilenos de vivir en paz, la libertad de culto y el derecho a la vida”, aseguró Piñera.
