En medio de una alta expectación, este lunes llegó de Río de Janeiro proveniente desde Roma el Papa Francisco, para presidir la XXVII Jornada Mundial de la Juventud que se realizará en la ciudad brasileña.
El avión que trasladaba al Pontífice aterrizó en la base aérea del aeropuerto Antonio Carlos Jobim a las 15:43 hora local (una hora menos en Chile), y cerca de 15 minutos después, se bajó de la nave para ser recibido por una comisión encabezada por la Presidenta Dilma Rousseff.
El Papa bajó del avión seguido por Tarcisio Bertone el polémico secretario de Estado Vaticano quien, según los analistas italianos tiene los días contados en el cargo.
Contra lo que se dijo en un momento, finalmente el Papa se desplazó en un auto común, cuyo modelo y tamaño contrasta además fuertemente con los que son de rigor en los en los desplazamientos de jefes de Estado, incluso de los países menos desarrollados.
El primer papa latinoamericano de la historia, de 76 años, ha mostrado su fuerte carisma y dado muestras de que busca una Iglesia más simple y más cercana a los pobres desde que fue entronizado en marzo, tras la sorpresiva renuncia de Benedicto XVI.
Francisco presidirá la Jornada Mundial de la Juventud del 23 al 28 de julio en Río, un “Woodstock católico” como se la ha llamado, a la que asistirán cerca de 1,5 millones de personas. También viajará a Aparecida, el mayor santuario católico de Brasil, en el estado de San Pablo.