La última polémica que tiene al pueblo norteamericano protestando en las calles e internet tiene relación con el fantasma del racismo.
Desde que el pasado sábado se supo que el vigilante George Zimmerman, quedó absuelto de haber asesinado al adolescente Trayvon Martin (16) con un disparo cuando este volvía de comprar caramelos, la indignación se hizo sentir en Estados Unidos.
Los cuestionamientos también iban dirigidos al propio presidente Barak Obama, quién había guardado silencio hasta ayer, debió a que se trata del primer presidente negro de la historia de Estados Unidos.
Ayer el presidente subió al podio de la sala de prensa de la Casa Blanca para hacer su primera declaración pública, generando un momento histórico en la historia de Estados Unidos.
Obama se refirió al tema usando su propia experiencia. “Cuando dije poco después de que se disparase a Trayvon [Martin] que ese joven podría ser mi hijo, era otra manera de decir que ese joven podía haber sido yo hace 35 años”, declaró el presidente ante la sorpresa de los periodistas.
“Pocos hombres afroamericanos no han sido seguidos cuando están comprando en un supermercado, como lo he sido yo”, comenzó a decir el mandatario. “Pocos son los que no han oido cerrase un coche a su paso, como me ha sucedido a mí, antes de ser senador”, insistió. “O han vivido como una mujer se aferra a su bolso cuando un negro entra en un ascensor y siente alivio cuando vuelven a abrirse las puertas”, finalizó el mandatario.
VIDEO: La declaración pública de Obama
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