El alto factor de planta, cercano al 100%, más el enorme potencial geográfico que tiene el país para su desarrollo, hacen de la geotermia una de las fuentes eléctricas más atractivas entre las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) que son, a su vez, una de los principales apuestas que tiene el gobierno para el crecimiento del parque eléctrico en el mediano y largo plazo.
A pesar de ello, el avance de la geotermia en Chile ha sido lento. Esto, tanto por la materialización de las inversiones (todavía no se desarrolla el primer proyecto), como por la ausencia de una regulación moderna que permita incentivar la geotermia e iniciar el anhelado despegue de esta tecnología, que se cree tiene un potencial de 16.000 MW en Chile.
Parte de esa demora tiene que ver con las dificultades para planificar una gestión para el avance de la geotermia en el país. De hecho, y precisamente en ese tema, el Ejecutivo está intentando destrabar una licitación adjudicada en 2011 para el desarrollo de un estudio de planificación a 2050 del desarrollo de la geotermia en Chile, iniciativa que todavía no puede llevarse a cabo.
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