España, Francia y Portugal habrían negado el aterrizaje del avión del presidente boliviano Evo Morales por sospechar que el ex empleado de la CIA viajaba a bordo. La “sospecha“ ha sido negada rotundamente por las autoridades bolivianas. Desde la cancillería se ha afirmado que se trata de “un invento” y que las “sospechas son infundadas”.
El ministro de Exteriores boliviano ha acusado además a los países que han negado el aterrizaje del avión presidencial de cometer “una injusticia” ya que la aeronave ha tenido que aterrizar de emergencia en el aeropuerto de Viena para repostar antes de continuar el viaje de vuelta a La Paz. Morales regresaba desde Moscú, donde había participado con Putin y Maduro, entre otros, en la cumbre del Foro de países exportadores de gas.
En una rueda de prensa convocada con urgencia, Choquehuanca dijo que media hora antes de aterrizar para repostar en Lisboa, las autoridades comunicaron al avión de Morales que el permiso quedaba revocado, y que poco después recibieron una notificación de Francia prohibiéndole sobrevolar su territorio.
El ministro de Defensa boliviano también se ha pronunciado sobre este incidente de altos vuelos: “bajo ninguna circunstancia se incluyó a ninguna persona extraña, volvieron la misma tripulación y los mismos pasajeros… Eso no ha sucedido en ningún momento y tampoco hubiéramos permitido que eso suceda”.