Cuatro de la tarde del viernes 21. Andrés Allamand llega al comando junto a su esposa Marcela Cubillos. “Estoy muy resfriado”, comenta la carta presidencial RN. Por eso es que hace días que no se había instalado en esas dependencias y la agenda pendiente es nutrida. Lo espera su jefe político, Nicolás Monckeberg. En ese minuto se afinan los detalles de la última gira que incluye hoy Concepción, mañana Temuco y el miércoles Puerto Montt. Allamand hace un balance positivo de su campaña y de paso reitera el llamado al voto de centro. “La convergencia con esos sectores va a ser un factor clave para ganar la próxima elección”, remarca en la recta final de la campaña que determinará si él o Pablo Longueira será el candidato presidencial único de la Alianza.
¿Qué evaluación hace de los debates?
-Nuestra campaña partió con definiciones que se han ido afianzando a lo largo de la misma. Fuimos los primeros en señalar que el gobierno había hecho la pega y la había hecho bien. Hemos trabajado intensamente en el tema programático y la verdad es que cada vez que en los debates hubo oportunidad de formular planteamientos respecto de temas previsionales, tributarios, regionalización, seguridad ciudadana, se reflejó el trabajo que se había venido efectuando. El sello de nuestra candidatura es la amplitud. El enfoque de nuestra candidatura siempre ha sido cómo alcanzar el 51% de los votos, nunca hemos tenido como objetivo obtener un tercio para asegurar una representación parlamentaria. Nuestro planteamiento estratégico ha terminado siendo compartido por ambas candidaturas.
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