A las 13:15 horas, solo y cargando únicamente una bolsa abandonó la Cárcel de Alta Seguridad (CAS) Enrique Orellana, el ex ejecutivo del Banco Central acusado de violar a sus tres hijas.
“Estoy tranquilo de que habrá alguna posibilidad de justicia”, señaló conciso antes de abordar un taxi.
Orellana quedó libre este martes luego que el Cuarto Tribunal Oral en lo Penal aceptara la solicitud de su defensa que pidió revisar las medidas cautelares después de que la Corte Suprema anulara el juicio que lo condenó a 60 años y ordenara un tercer juicio en su contra, que se realizará el próximo 16 de agosto.
El ejecutivo quedó con arraigo nacional, firma semanal y prohibición a acercarse a las víctimas.
Su abogado Francisco Cox afirmó esta mañana que su cliente aún está amparado por la presunción de inocencia y que “es el más interesado en concurrir a un tercer juicio oral para demostrar su inocencia”.