Continúan los enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes, que protestan contra el Gobierno turco. Unos enfrentamientos que han resultado de “excesiva” violencia por parte de las autoridades. El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha reconocido que “ha habido errores” en la actuación policial y ha anunciado que ha ordenado al Ministerio del Interior investigar los abusos.
En cualquier caso, rechaza las acusaciones de que gobierna con autoritarismo y ha asegurado que no se doblegará ante las protestas opositoras que desde hace días llenan las calles de Estambul. “No tengo nada más que decir si llaman dictador a alguien que es un servidor del pueblo”, ha afirmado el mandatario.
Varias organizaciones de derechos humanos han denunciado la violencia policial. Amnistía Internacional denuncia que hay al menos dos muertos y más de mil heridos, aunque las cifras no han sido confirmadas y el Ministerio de Interior ha negado que haya muertos.
La UE también ha manifestado su rechazo al uso “desproporcionado” de la fuerza por parte de la Policía de Turquía en la violenta ola de protestas en ese país y pidió al Gobierno y a los manifestantes que dialoguen y pongan fin a los enfrentamientos. La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, expresó en un comunicado su “profunda preocupación” por los choques registrados durante las protestas en Estambul y otras ciudades turcas.
La alta representante de Política Exterior y de Seguridad de la UE “lamenta el uso desproporcionado de la fuerza por parte de miembros de la Policía turca” y considera que “se debe entablar un diálogo para encontrar una solución pacífica” al conflicto, desatado por una protesta en Estambul para evitar la destrucción de un céntrico parque.