Si las autopistas urbanas colapsan en las horas peak en la capital, los servicios técnicos o garages viven hoy por hoy una situación similar ante la mayor demanda para el arreglo de vehículos siniestrados.
Es imposible calcular el tiempo promedio de un vehículo en un taller de reparación, dicen en la industria. Sin embargo, la Asociación de Aseguradoras de Chile (AACH) maneja un indicador que es decidor. Este se basa en el tiempo de un auto de reemplazo en manos de una persona que haya contratado una prima con una compañía de seguros. Beneficio, por lo demás, cada vez más usado por los chilenos.
De acuerdo con la AACH, en 2007, el tiempo promedio de arriendo de un auto de reemplazo era de 2,2 días. El año pasado, la cifra superó los 15 días en promedio. “Es un indicador que es determinante, porque nuestra calidad de servicio está asociada a que los talleres cumplan con nuestros clientes. A nuestros clientes no les sirve tanto el auto de reemplazo como sí su propio auto”, explica Jorge Claude, vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Aseguradoras de Chile.
El número de talleres no ha crecido a la par de la mayor venta de autos, dicen en la industria. No obstante, se destaca que las inversiones en nuevos servicios técnicos cumple con estándares internacionales, principalmente cuando se trata de mantenciones recomendadas por los fabricantes.
En efecto, los autos hoy requieren mantenciones menos periódicas. Si hace 10 años un auto nuevo había que llevarlo cada cinco mil kilómetros, hoy hay algunas marcas que requieren una visita al garage cada 15 mil kilómetros.
Lo complejo, explican en el sector, son las visitas al taller por impactos, es decir, reparaciones por choques o rotura de algún componente como parabrisas o vidrios laterales.
Todo, por la gran cantidad de modelos que hay en el mercado nacional, en donde compiten más de cincuenta marcas con decenas de alternativas. Por eso, para un modelo del mismo año puede haber focos con tonalidades distintas dependiendo del equipamiento de cada automóvil.
Es en estos casos cuando las marcas se ven más complicadas, porque no pueden tener stock completo para todos sus variantes de modelos, afirman en la industria.
Frente a esto, en el sector destacan que uno de los factores que comenzarán a tomar en cuenta quienes adquieran un vehículo nuevo será el servicio de post-venta y reparaciones. Y el boca a boca tomará cada vez mayor relevancia.
Lee más en Pulso.