“Aunque llueva toda la semana o incluso más, el déficit hídrico se mantendrá en el país”, dice Renato Agurto, socio de la consultora energética Synex.
Así de compleja es la actual situación hidrológica en Chile, lo que podría llegar a poner en jaque el potencial crecimiento del país ante la falta de agua para la generación eléctrica.
Si bien en regiones al sur de Santiago la disponibilidad media del agua está por sobre los 10 mil m3 por habitante al año, desde Arica a la Región Metropolitana el promedio de agua disponible es sólo de 800 m3/habitante/año, bastante por debajo de la media mundial (6.600) y del mínimo recomendado para asegurar un desarrollo recomendado para asegurar un desarrollo sostenible (2.000 M3/habitante/año).
Ya al año 2010, desde la Región Metropolitana al norte la demanda superaba con creces la disponibilidad de este recurso. En esta zona del país se observa un déficit que en algunas regiones es cercano al 100%. Este déficit se verá agravado para el año 2025, dado que se espera un aumento en la demanda por el recurso en estas regiones que en algunos casos superará el 50%.
“Los embalses requieren aproximadamente de dos a tres temporadas de años normales de lluvia para recuperar sus niveles”, precisa el secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Riego, Felipe Martín.
Con este complejo panorama a cuestas, los expertos consideran urgente conservar y aprovechar este recurso. Sin embargo, a la falta de lluvias se añade un factor estructural: la falta de embalses.
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