Después de haber estado declarando durante 12 horas que el número de muertos por el enorme tomado de Oklahoma era de 51 -incluyendo 20 niños- las autoridades han reducido esa cifra a 24. Es un recuento provisional, y esa cifra aumentará con casi total probabilidad en las próximas horas. Pero está muy lejos de los 91 que habían llegado a considerarse como probables por las autoridades locales de Oklahoma. Lo concreto es que las dimensiones de la tragedia son difíciles de estimar. Pero todo indica que se trata de un tornado excepcionalmente grande y dañino incluso par los parámetros del centro de EEE, donde se producen estos noveno meteorológicos con más frecuencia. El Papa Francisco ha colgado un mensaje en su cuenta de Twitter expresando sus condolencias por la catástrofe natural.
Este año, además, la temporada de tornados estaba siendo excepcionalmente tranquila, justo al contrario que en 2011, cuando se produjeron varios de los más destructivos de la Historia de EEUU. Hace dos años, hubo un tornado incluso en Massachusetts, un estado del noroeste en el que estos fenómenos son muy inusuales.
El gigantesco tornado, cuyos vientos han alcanzado una velocidad de 200 millas por hora (321 kilómetros por hora), ha dejado ‘planchado’ el suburbio residencial de Moore, en la ciudad de Oklahoma City.