Un vídeo de un comandante rebelde sirio cortando el corazón de un soldado y mordiéndolo se ha convertido en el símbolo de la cruda guerra civil, según ha denunciado Human Rights Watch (HRW).
La organización con sede en Nueva York informa de que el vídeo fue colgado en internet el pasado domingo y que en sus imágenes se contempla a Abu Sakkar, fundador de las rebeldes Brigadas Faruk (y bien conocido por los periodistas) cortando el torso de un soldado muerto.
“Juro a Dios que nos comeremos los corazones y los hígados de los soldados de Bashar, el perro”, dice el insurgente de Homs, mientras sus camaradas corean “¡Dios es grande!”.
El vídeo ha sido condenado tanto por simpatizantes como por detractores del presidente sirio, Bashar Asad.