En prisión preventiva quedaron los cuatro miembros de una secta, la que se reunía en la localidad de Colliguay en la Región de Valparaíso desde el año 2009, por haber quemado a un bebé en el mes de noviembre, creyendo que era un “anticristo” en víspera del “fin del mundo”.
La madre de la menor, Natalia Guerra (35), fue formalizada por parricidio, mientras que los otros tres detenidos Josefina López Núñez (24), Carolina Vargas San Martín (28) y Pablo Undurraga Atria (28), por homicidio calificado. El tribunal de Quilpué determinó ocho meses para la investigación, período en el cual permanecerán detenidos en la cárcel de Valparaíso.
De acuerdo a los antecedentes entregados por el subprefecto Manuel Ampuero, el líder de la agrupación Ramón Castillo Gaete (35) y que se apoda “Antares de la luz”, dice ser una divinidad.
El líder se encuentra prófugo y habría escapado a Perú el día 19 de febrero, con el fin de comprar droga para la secta. Mientras que presumiblemente, él sería el padre del menor asesinado.
En un supuesto rito de sanación, el autoproclamado Dios le pidió el niño a la madre y lo cargó en sus brazos hasta una excavación, donde había una pira. Luego, sus discípulos le habrían prendido fuego y el hombre lo lanzó para eliminar al menor.
