La devastadora explosión de una planta química que tuvo lugar en la noche del miércoles cerca de Waco (Texas) ha dejado entre cinco y 15 víctimas mortales y 160 heridos, según ha informado el portavoz de la Policía de Waco, William Swanton, que ha explicado que todavía se está comprobando puerta por puerta que no falte nadie. Según la CBS, entre los muertos habría bomberos que acudieron a extinguir las llamas.
Swanton ha confirmado además que no hay “ninguna indicación que no haga pensar que ha sido un accidente tras el fuego”.
Glenn Robinson, director del Centro Médico Hillcrest, en Waco, dijo que “la mayoría de las personas presenta heridas que son típicas después de una explosión: cortes y laceraciones causadas por objetos”, añadió. Robinson señaló que los médicos en su clínica no han encontrado en las personas atendidas síntomas de intoxicación y otros efectos de productos químicos como los empleados en la planta de fertilizantes.
De momento se desconocen las causas, aunque no hay indicios de que se trate de un ataque terrorista y las primeras hipótesis apuntan a que se produjo un incendio en uno de los edificios de la planta que entró en contacto con amoniaco y produjo una gran explosión, “similar a una bomba nuclear”, según el alcalde de West, Tommy Muska. “Hay mucha gente que está herida. Hay mucha gente que no va a estar aquí mañana”, añadió.