Paralelo a la orden de paralizar las obras de Pascua Lama decretada por el Tribunal de Garantía de Copiapó, el proyecto binacional aún debe solucionar el conflicto que lo enfrenta con la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA).
Las diferencias se produjeron por incumplimientos en la Resolución de Calificación Ambiental (RCA), donde la minera no construyó canales perimetrales -que permiten el manejo de drenajes ácidos del depósito de estériles de Nevada Norte.
Esta falta, según reconoció Barrick, provocó una serie de eventos en plena cordillera, donde hubo incluso aludes producto del deshielo.
Seis días después, el presidente sudamericano de la firma, Guillermo Caló, sin mayores anuncios, viajó con suma urgencia a declarar a Chile, donde fue interpelado por la superintendencia.
“Antes la ley no permitía que la institucionalidad ambiental llamará a los altos ejecutivos a declarar. Ahora la ley nos lo permite”, comenta una fuente de la SMA.
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