La reunión de emergencia del Eurogrupo sobre Chipre arrancó en Bruselas con el gobierno de Nicosia y el Fondo Monetario Internacional (FMI) enfrentados respecto a las ayudas recibidas hasta ahora por el segundo banco del país, el Laiki, según pudo saber dpa de fuentes gubernamentales chipriotas.
El Parlamento chipriota aprobó el viernes la división del banco Laiki en dos entidades, una de ellas un “banco malo”. La parte “sana” de la entidad sería absorbida por el principal banco del país, el Banco de Chipre.
El FMI insiste ahora en que sea el Banco de Chipre -y no el “banco malo”- el que asuma las ayudas de 9.500 millones de euros inyectadas por el Banco Central Europeo (BCE) al Laiki, algo a lo que se niega el gobierno chipriota.
Los acreedores del país mediterráneo reclaman al gobierno de Nicosia que recaude 5.800 millones de euros como requisito para concederle el rescate de 10.000 millones. En un primer momento se decidió imponer una tasa a todos los depósitos bancarios de Chipre para lograrlo, pero tras el fuerte rechazo que generó esta medida ahora se estudia que sólo se graven los depósitos de más de 100.000 euros.