Se prometieron como vías de alta velocidad. Con un estándar superior. Sin embargo, hoy varias carreteras del país dejan mucho que desear en cuanto a su calidad de servicio. Peatones y animales que se cruzan en zonas con velocidad máxima de 120 kilómetros por hora, gigantescos tacos en las plazas de peaje (muchas veces, pese a la alta demanda, no están abiertas todas las cabinas), zonas de descanso sin seguridad y así suma y sigue.
Pero la situación podría cambiar. El gobierno creó un equipo para incorporar en los contratos de las carreteras la calidad de servicio. Hasta ahora, los contratos no consideran expresamente este ítem.
El cambio es complejo, pues elevaría los costos, lo que podría llevar a un mayor subsidio por parte del Estado o que algunas empresas se resten de participar en nuevos procesos.
“Estamos trabajando en incorporar la calidad de servicio en los contratos de las carreteras concesionadas. Estamos definiendo los estándares que se quieren incorporar”, explica una fuente del Ministerio de Obras Públicas, quien pide reserva de su nombre.
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