Antes de iniciar sus obras, el proyecto Hidroaysén debe cumplir con varios requisitos. Uno de ellos -acaso el más importante, y que debía concretarse hace varios meses- es el permiso ambiental de la línea de transmisión que conectará, mediante un tendido de al menos 1.000 kilómetros vía corriente continua, una futura subestación cerca de Cochrane con el Sistema Interconectado Central (SIC), en un punto aún por definirse.
El problema es que para conseguir ese permiso hace falta toda la tramitación ambiental, que se anticipa será extensa (al igual que lo fue con las centrales, que ya fueron visadas por la autoridad), y aún más si todavía no comienza.
Si bien estaba todo listo para iniciarse el año pasado -la compañía incluso comenzó un trabajo de socialización del trazado en terreno- esta se postergó indefinidamente.
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