Es uno de los mayores dolores de cabeza para la industria chilena exportadora de alimentos: que los productos lleguen en las mejores condiciones para ser colocados en las góndolas de supermercados de Estados Unidos y China, por ejemplo.
Orientado principalmente a los mercados de exportación, la Fundación Chile creó un innovador sistema que inhibe el crecimiento de microorganismos en los alimentos, dándoles un periodo más largo de duración, asegurando su llegada en perfectas condiciones a los mercados de destino.
Lee más en Pulso.