Que se debe aumentar la edad de jubilación para hombres y mujeres a los 67 años; que se tiene que igualar en los 65 años; que se debe elevar la tasa de cotización y el tope imponible, e incluso que se podría volver a un sistema de reparto, pero más solidario.
Estas son algunas de las propuestas que han deslizado economistas y organizaciones gremiales, tras la reapertura del debate sobre el sistema de pensiones, dado el aumento de las expectativas de vida posjubilación, y la preocupación por la baja tasa de reemplazo y pensiones mensuales que recibirían, sobre todo, los trabajadores de ingresos medios ($427.130 trabajadores asalariados, según la Encuesta Suplementaria de Ingresos 2011 del INE).
Sin embargo, hasta ahora y frente a los distintos debates que se han generado al respecto, aún no se ha podido llegar a un consenso sobre el origen de los problemas que estaría enfrentando nuestro sistema de capitalización individual (1981).
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