Son 300 millones las personas con sangre indígena hoy en el mundo. Conforman el 4,5% de la población global y han vivido siglos de choques y resistencia contra gobiernos y empresas.
Así, la historia de los mapuches en Chile, que reclaman terrenos al invocar un derecho ancestral, no es la primera ni será la última.
La diferencia, eso sí, al observar cómo se han resuelto los problemas es que algunos países han sabido terminar con las diferencias y han llegado a soluciones; mientras que otros han recurrido a matanzas y represión.
Lee más en Pulso.