Hace 10 años, un grupo de estadounidenses llegó al país para contar las bondades de la certificación de la masa forestal. No fueron muy escuchados. Hace 10 años, la gigante Home Depot fue la primera compañía en advertir que no compraría madera que no tuviera detrás un manejo sustentable.
Ha pasado una década y la industria forestal ya es la segunda en importancia en el país tras el cobre. El sector se las ha ingeniado para marcar presencia en diversos continentes a través de exportaciones y adquisiciones.
Hoy, el desafío de las compañías del sector está orientado a buscar la máxima calidad a través de la certificación de Forest Stewardship Council (FSC), una verdadera prueba de fuego que permite a las empresas nacionales ingresar a los mercados más exigentes.
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