A pesar de los enormes esfuerzos por desarrollar las energías renovables no convencionales (ERNC), el carbón sigue fuerte. Incluso, podría superar al petróleo como principal fuente de energía mundial.
El año pasado, la demanda por el carbón creció 4,3%. Y se espera que en los próximos cinco aumente en cada región del mundo, menos en Estados Unidos. Mientras, la generación de ERNC aumentó sólo 2,8% por año desde 1990.
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