En su primer día de alegatos la defensa chilena que responde a la reclamación marítima de Perú, le pidió a los jueces de la Corte Internacional de La Haya (CIJ), que se respeten los tratados vigentes firmados por ambos países.
De esta forma, se rechazó de manera contundente y con sólidos argumentos el reclamo peruano de volver a trazar la frontera marítima que nace del Hito 1, según una línea equidistante.
Para ello, el equipo de juristas internacionales esgrimió en La Haya dos pilares fundamentales del derecho internacional: el respeto a los tratados anteriores y la intangibilidad de las fronteras existentes.
Alberto van Klaveren, el agente chileno comenzó los alegatos y en sus primeras palabras acotó que no quedan áreas por delimitar ni zonas por definir. Agregó que la declaración de 1952 es un tratado en todo su sentido y no se trata de un acuerdo marítimo como quiere establecer Perú
Luego fue el turno del abogado francés Pierre-Marie Depuy, quien sostuvo que la Declaración de Santiago siempre fue un tratado suscrito por Chile, Perú y Ecuador. En ese instante sostuvo que el objeto principal de la Declaración consistía en afirmar política y jurídicamente, de cara a otros Estados, “la extensión por tres Estados dignatarios de su soberanía y jurisdicción, reflejada en el artículo 2, de hasta las 200 millas marinas de sus costas respectivas”.