En la recepción del edificio de Burgos 80 -a metros de la esquina con Apoquindo- aún no existe una placa que diga que el séptimo piso completo es el comando presidencial de Laurence Golborne. Pero así es.
Cuando la puerta del ascensor se abre, una gran oficina de paredes color crema recibe a los visitantes aún con varias cajas apiladas en el suelo llenas de teléfonos, cables y diversos artículos de oficina.
Al mirar a mano derecha se ve lo único que ya está definido dentro de la sede: la oficina del precandidato que ya está equipada con un escritorio y una silla. Frente a él, se está decorando una sala de reuniones que ya cuenta con una amplia mesa ovalada en el centro. Y al otro lado de ese piso se ubicará la sala de prensa.
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