Emulando los acuerdos de la “Mesa del Salmón”, el gobierno e industriales han sostenido una serie de reuniones durante las últimas dos semanas. Todo surgió tras la invitación de la Subsecretaría de Pesca a la denominada reunión de “punta larga” en Frutillar. En la ocasión, varios gremios propusieron al ejecutivo generar incentivos y sanciones a las firmas que incurran en faltas a la regulación sanitaria, como parte del diálogo para las modificaciones a la normativa que regula las densidades en los centros de cultivo.
Lo anterior, en medio de un extenso periodo de bajos precios de venta y las magras secuelas que generó en la industria el virus ISA, provocando un alto endeudamiento. Ejemplo de la debilidad de la industria es la reciente adquisición por US$110 millones que realizara la noruega Cermaq de Cultivos Marinos de Chiloé, controlada por la familia López Huneeus.
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