Luego de que el proyecto de Ley que pretende reformar el sistema de Isapres no pudiera ver la luz en marzo de este año, como lo había anunciado el gobierno, el superintendente de Salud, Luis Romero, intentó adelantarse a lo que podría ocurrir en un nuevo año sin IPC de la salud. Así, la autoridad dio a conocer un indicador elaborado por la propia Superintendencia, el cual estimaba que los costos del sistema tuvieron un incremento real de 2,15% en 2011.
La medida de Romero no sólo buscaba que los precios de los planes del sistema de Isapres no sufrieran alzas injustificadas, además, pretendía que con esto disminuyera, o por lo menos no aumentara, el número de recursos de protección interpuestos ante las cortes de apelaciones por parte de los afiliados, con el objetivo de que sus planes no tuvieran alzas. Prácticamente la totalidad de estas causas han sido falladas a favor de las personas.
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