Un hito que molestó al sector desarrollador de Energías Renovables No Convencionales (ERNC) ocurrió en la famosa “cumbre eléctrica”, días después de que la eléctrica Colbún -ligada al grupo Matte- recomendara paralizar los trabajos del megaproyecto Hidroaysén por la inexistencia que, según observaron sus ejecutivos, hay en Chile de una política energética.
En dicha cumbre fueron invitados los principales actores del negocio de la generación y transmisión eléctrica del país: la propia Colbún, además de Endesa, AES Gener, Suez y Transelec.
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