Entre fines de 2010 y principios de 2011, 22 compañías (33 fundadores) extranjeras llegaron a Chile como parte de la ronda piloto de Start-Up Chile, una iniciativa del gobierno y uno de los focos del Ministerio de Economía, ejecutada por Corfo vía InnovaChile, que tiene como objetivo convertir a nuestro país en el polo de innovación y emprendimiento de América Latina, atrayendo a emprendedores de alto potencial con proyectos de negocios en etapas tempranas para que utilicen el país como plataforma para salir al mundo.
A un año de que la última compañía que vino a Chile como parte de la ronda piloto de Start-Up Chile terminara su participación (en el invierno de 2011), uno de sus miembros, Nathan Lustig, co-fundador de Entrustet, hizo un seguimiento a dichas empresas y un sondeo sobre los rastros que dejó cada una de ellas en nuestro país.
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