El equipo de observadores de Naciones Unidas en Siria ha pedido al jefe del organismo, Ban Ki-Moon, que envíe el Consejo de Seguridad el informe que han realizado sobre la grave situación que vive el país, y que se presentará el 17 de septiembre ante el Consejo de Derechos Humanos.
Desde la ONU se denuncian los graves crímenes cometidos por ambas partes (el gobierno sirio y los rebeldes) y piden que se tomen las acciones necesarias para evitarlos.
El documento, describe un país en el que los sublevados han llevado a cabo crímenes de guerra, tales como asesinato y tortura, pero que “no alcanzan la gravedad, frecuencia y escala” de los abusos realizados por el Gobierno.
Los observadores tampoco dudan en denunciar que los ‘shabbiha’, las milicias al servicio del régimen sirio, y el propio ejército nacional han cometido crímenes contra la humanidad, dentro de lo que parece ser un movimiento orquestado para el Estado.