Tierras para la producción vitivinícola, de trigo o para la ganadería. Eso es lo que buscan hoy quienes quieren entrar al negocio agrícola o bien las compañías que planean extender sus operaciones en el país.
Sin embargo, la tarea no es fácil, debido al aumento sostenido en el precio de los suelos agrícolas, los cuales se han disparado considerablemente, subiendo en algunos casos en hasta 150% en sólo dos años.
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