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La doble estrategia de la Confech 2012

Un movimiento estudiantil más duro, pero respetuoso de las instancias formales. Es el diagnóstico que hace el mundo político de la Confederación que lideran Gabriel Boric y Noam Titelman. “Dicen las cosas a la cara”, comentan en el Congreso donde mayoritariamente valoran el espíritu de diálogo que han tenido. M. ÁLVAREZ Y R. BRAVO

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29 Junio, 2012

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Ayer, luego de la marcha estudiantil que convocó a cerca de cien mil estudiantes en el centro de Santiago, los líderes de la Confech, Gabriel Boric y Noam Titelman llegaron hasta la oficina de partes de La Moneda para entregarle al presidente Sebastián Piñera y al ministro Harald Beyer, un documento que contiene una serie de propuestas que, a su juicio, buscan mejorar el actual sistema educacional del país. Posteriormente, se trasladaron hasta el ex Congreso, donde le hicieron llegar a cada uno de los diputados y senadores una copia del texto en el que trabajaron por más de un mes en conjunto con los estudiantes secundarios.

“Este movimiento no es sólo marchas, también entregamos propuestas”, aseguró Titelman, presidente de la Feuc al término de la jornada. Las palabras de uno de los líderes del movimiento estudiantil 2012 reflejan el sello que se ha intentado imponer para este año. Luego de meses de paros y  tomas en universidades y colegios a lo largo del país en 2011, los líderes del movimiento estudiantil entendieron que la fórmula para volver a reencantar a los alumnos y el resto del país debía ser otro.

De manera privada, Boric, presidente de la FECh, ha reconocido el evidente desgaste que existe por parte de los estudiantes en relación a las movilizaciones. Esto luego de un año donde se realizaron más de nueve marchas multitudinarias y donde más de doscientos colegios del país se mantuvieron tomados por más de cinco meses.

La apuesta, sin embargo, fue mantener informado a los estudiantes de todos los avances o retrocesos que se estaban dando en materia educacional por parte del Ejecutivo y del parlamento. Esto como forma de estar en un estado de “alerta” permanente.

Así, pese a que la postura del movimiento estudiantil durante el primer semestre de 2012 ha sido considerada como más pasiva por la opinión pública, desde el Congreso el diagnóstico es distinto. Es que la poca presencia de los estudiantes en las calles (quienes han marchado tres veces durante este año) ha contrastado con la asistencia a la comisión de Educación del Senado, con quienes los estudiantes mantienen contacto permanente.

Parlamentarios miembros de la instancia aseguran que la presencia de los líderes de la Confech en las discusiones de los diferentes proyectos de ley no ha sido sólo presencial. Y cuando se les ha prohibido estar, siempre se han mantenido a las afueras de las respectivas salas ejerciendo presión. En este sentido, desde el parlamento destacan la voluntad que tiene este año la Confech de dialogar con las instituciones, situación totalmente distinta al escenario del año pasado, donde los líderes centraron su presencia en las calles.

Pese a esto, la postura es considerada como mucho más confrontacional. Durante el desarrollo de la comisión investigadora de la educación superior, Boric increpó en duros términos a los parlamentarios presentes en la instancia, asegurando que gran parte de la responsabilidad de que exista lucro en la educación del país radica en su nulo rol fiscalizador de diputados y senadores. Camila Vallejo, en tanto, pese a ser invitada en reiteradas ocasiones, nunca asistió a las sesiones.

En todo caso, el diálogo entre la Confech y el gobierno ha sido prácticamente nulo. Desde el Mineduc aseguran no entender la postura estudiantil argumentando que el Ejecutivo ha presentado una serie de proyectos que responden a las demandas de los estudiantes. Pese a esto, para los líderes universitarios el gobierno no ha sido capaz de entregar una respuesta a su principal demanda: educación gratuita.  Una solicitud que fue totalmente descartada por el ministro Beyer.

Así, los estudiantes aseguran que si la postura del gobierno no se modifica, el segundo semestre puede convertirse en lo que fue 2011: un año lleno de marchas y tomas. Pero siempre dialogando.

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