El 21 de junio el tipo de cambio alcanzó los $495. Pocos días después tocó por momentos los $510…todo esto con una fuerte volatilidad intra-día. Pero la realidad relativa es menos mala de lo que parece. Y es que al compararse con monedas relevantes, el peso chileno queda bastante bien parado.
Hasta ahora, junio ha sido el mes de mayor volatilidad para la paridad peso dólar -diferencia media entre el mayor y el menor valor del día-, con $4,7 en promedio, bastante mayor que la media de $3,96 de todo el 2012. Sin embargo, de acuerdo con los datos de Bloomberg, está entre las monedas menos volátiles de América Latina, con 9,89% en el segundo trimestre, período en el que los inversionistas volvieron a mostrar una fuerte aversión al riesgo. El único que tiene un mejor desempeño en ese sentido es el peso colombiano, con un 7,7%. El real brasileño se encuentra entre las monedas con mayor movimiento, con un 14,3%.
Más allá de lo anterior, la depreciación del peso chileno también ha sido menor. La moneda local ha caído 3,92% desde abril a junio, mientras que el real lo ha hecho en un 12% en igual período.
El dólar peso se acopló al positivo escenario del primer trimestre. Un dólar más débil y un cobre cercano a los US$4 la libra mantuvieron la divisa local bajo los $490 durante los primeros meses del año. Luego, “con la llegada de la incertidumbre y la aversión al riesgo, producto de la crisis de deuda soberana, el dólar volvió a ganar terreno durante mayo, anotando máximos anuales en niveles de $520”, explicó Roberto Silva, analista de Capital FX.
Un escenario similar ha ocurrido con el peso mexicano. “Los movimientos mostrados en el año han sido semejantes a los del peso chileno. El precio del petróleo ha caído considerablemente en las últimas semanas, afectando a la moneda azteca, similar a lo que ocurre en Chile con el cobre”, agrega Silva.
En Brasil la situación ha sido más profunda porque el precio del petróleo y las expectativas de crecimiento del país se han ajustado a la baja, con un Banco Central bajando la tasa de interés. El peso colombiano, en cambio, es el de mejor desempeño. A favor juegan los buenos fundamentos macroeconómicos.
¿Qué ha sostenido al peso? Uno de los argumentos que ha permitido esta resistencia del dólar es que los flujos de capitales extranjeros se han mantenido relativamente estables, con un ingreso neto. De hecho, según Felipe Alarcón, subgerente de renta fija del departamento de Estudios de BCI Inversiones, las apuestas a favor del peso frenaron su caída en picada, y avanzaron entre US$400 millones y US$500 millones en la última semana.
Otro factor es que la economía sigue mostrando un ritmo de expansión sólido, lo que ha llevado al Banco Central a mantener la tasa de política monetaria intacta, mientras otros países la bajan.
Pero si bien el país ha resistido estos embates internacionales, no es inmune. “Estimamos que el tipo de cambio debiese segur subiendo en el corto plazo, alcanzando los $520 en los próximos días, en línea con la caída de los mercados externos”, afirmó Alarcón. El único factor que podría detener una mayor depreciación del peso, agregó, es que en la reunión de la zona euro se logre un acuerdo sustancioso, aunque lo ve poco probable.
Debes saber
¿Qué ha pasado?
En el segundo semestre aumentó la aversión al riesgo ante la agudización de la crisis en Grecia y España. El peso chileno ha soportado mejor este escenario en términos relativos.
¿En qué se ha notado?
La volatilidad ha sido menor que la del real y el peso mexicano, y además la depreciación es más baja.
¿Qué muestra esto?
Que el sistema financiero local no se ha visto tan golpeado.
Vía Pulso.
